Sí se puede comer grasa
Por: Angélica Veloza ND MSc | Nutricionista
¿Puedes comer grasa y mantener un estilo de vida saludable?Aquí tienes la respuesta.
Como nutricionista siento un poco de preocupación cada vez que la gente dice con orgullo que nunca come grasas. La verdad, este nutriente tan satanizado en el pasado pero tan necesario desde siempre, es una maravilla.
Las grasas son parte fundamental de la dieta de cualquier persona, pero es necesario que aprendas a reconocer sus tipos y que sepas que no todas las grasas son saludables.
El consumo adecuado de grasa le da a tu cuerpo la energía necesaria para sus funciones normales. Por ejemplo, si haces deporte, después de 20 minutos tu cuerpo va a acudir a las calorías de las grasas para continuar con el esfuerzo.
Las grasas hacen parte fundamental de la estructura de todas las membranas celulares. Están involucradas en procesos anti-inflamatorios, son el vehículo necesario para absorber las vitaminas liposolubles (vitaminas D, E, A y K), y en conjunto son un nutriente con un vaciamiento gástrico lento, es decir, genera mayor sensación de saciedad.
La grasa es parte fundamental de la estructura de todas las hormonas, el 80% del cerebro es grasa. En la vida intrauterina y durante los primeros 5 años de vida es esencial para el crecimiento y desarrollo del cerebro.
Como vemos, las bondades de este nutriente son infinitas. No debemos restringirla ni mucho menos eliminarla de la dieta. Debemos aprenderla a escoger, porque más importante que la cantidad, es la calidad de esa grasa.
Si incluimos aceite de oliva, aguacate, maní, nueces, almendras, semillas de girasol, ajonjolí, semillas de Chía y aceites vegetales extraídos mecánicamente, obtendremos una variedad y calidad de ácidos grasos extraordinaria.
Recordemos: la grasa no se prohíbe, se aprende a escoger.
Lo ideal no es dejar de comer grasa, es saber escoger las grasas que te comes.
La grasa trans es la verdadera grasa peligrosa. Se encuentra principalmente en los productos de panadería y repostería, las donuts, los hojaldres y las galletas, también en las comidas rápidas y grasas hidrogenadas.